Hay personas que solo con comprar las zapatillas para salir a correr, ya pierden algún kilo, mientras otros después de semanas de actividad bajan unos pocos gramos, o incluso suben de peso.
¿Esto tiene alguna explicación? Puede que tenga varias.
Puede ser algún condicionamiento genético o metabólico, diferentes hábitos de dieta, la manera de comer o de afrontar la nutrición, la capacidad de sacrificio personal, falta de conocimiento de los nutrientes, o quizás otros parámetros que también iremos analizando durante el post.
CONDICIONAMIENTO METABÓLICO
La cuestión de base es bien sencilla, hay personas que tienen un metabolismo rápido, activo, y esto les lleva a quemar muchas calorías al día aun sin hacer nada. En cambio otras, de metabolismo lento, apenas consumen y con facilidad almacenan calorías. La pregunta que nos hacemos los que queremos perder peso es, ¿puedo activar la velocidad de mi metabolismo? La respuesta es Si, y pronto te vamos a dar algunas claves para llevarlo a cabo.
Otra cuestión a tener en cuenta es el consumo de calorías, en relación al gasto con nuestra actividad diaria. Hay personas que al hacer ejercicio tienen más hambre (cosa lógica), y piensan que pueden comer más de cualquier cosa, o permitirse ciertos caprichos que antes evitaban por haberse machacado en el gimnasio. Pues bien, si lo que buscamos es perder peso, la palabra clave es "Sacrificio", gastar más calorías de las que consumimos, no hay otra manera de salir "perdiendo". La cuestión es hacerlo sin sufrir, sin pasar hambre, sin desmayos, ni poner en riesgo nuestra salud física, mental o emocional.
¿CUÁL ES EL PLAN?
Por ejemplo, una persona que se merienda una hamburguesa con queso, patatas fritas y un refresco, tendría que hacer 3 horas de ejercicio aeróbico para quemar tanta caloría, y solo hemos nombrado la merienda. Por esto, dieta y ejercicio tienen que trabajar juntos con un mismo eslogan, “Sacrificio”.
Pero, ¿sacrificar qué? Sacrificar el almacén de energía, grasas que el cuerpo acumula como reserva para cuando tiene una carencia por falta de ingesta o excesivo gasto, digamos que las células adiposas son la Caja de Ahorros Energético del cuerpo humano. Lo que vamos a hacer es obligar al cuerpo a romper la hucha, gastar todos sus ahorros, gastar esas reservas, pero de forma inteligente para sufrir lo menos posible, o incluso nada.
No se retiren tan pronto del Plan de tener una figura delgada solo por leer esa palabra. Hay trucos para hacer muy llevadero este sacrificio. Y que puede ser pequeño, pero durante mucho más tiempo, o más intenso para tener resultados inmediatos. El volumen de sacrificio lo ponemos cada cual, según la prisa de lucir bien y sentirse más saludable.
AYUNO INTERMITENTE
Para mi forma de ver la mejor dieta, la más efectiva y que da resultados inmediatos en NO COMER. Ufff me diréis, estás loco, como voy a vivir sin comer. Digamos que se trata de dejar al estomago descansar cada día desde la tarde hasta que aguantemos en la mañana, a base de líquidos sin calorías. Cuantos habéis visto a un amigo o amiga perder 20 o 30 kilos en un mes o dos, porque tuvieron un accidente y en el hospital le daban suero, o dieta líquida. Y sin actividad ninguna. El metabolismo consumió todas sus reservas de grasas hasta dejarlos en los huesos. Y luego poco a poco se fueron recuperando. Pero algunos, ya no volvieron a engordar tanto. Bueno, lo que yo os propongo es lo mismo. Si después de las 6 o 7 de la tarde ya no tienes tanta actividad, si tu cuerpo va a consumir durante la noche la energía acumulada durante el día, ¿Para qué echarle más calorías al cuerpo después de las 5 de la tarde? Si te da mucha hambre toma algo líquido para engañar el estomago, como un té o jugo de verduras, o una sopita que no tenga muchas calorías, ni azucares, ni grasas saturadas, para no llenar el almacén y simplemente
ADELGAZAR MIENTRAS DUERMES o DESCANSAS.
Acaso hay mejor manera de hacer un sacrificio que no enterarse del mismo. Pues este es el primero paso, el ayuno intermitente, que consiste en aguantar el máximo tiempo del día sin comer, pero sobre todo en las horas previas al descanso ayudandole con la JUGO-TERAPIA. ALIMENTACIÓN INTELIGENTE Si al levantarte aguantas tomando líquidos, vitaminas, café o té, jugos light que te ayudan a retrasar el almuerzo, tanto mejor. El asunto es que el cuerpo aprenda en estos largos ayunos diarios a tomar la energía de la reserva y acompañarlo con dieta líquida cuando haya necesidad, puede ser té verde con stevia o café sin azúcar, jugos de tomate o de limón, es decir, distraerlo con líquidos sin calorías, y complementos vitamínicos para nutrirlo. Cuando llegue la hora de comer aunque tendrás hambre, tu estomago estará tan encogido que no querrá demasiada cantidad. Mi consejo para calmar la ansiedad es haber tomado alguna manzana, pera, o cualquier fruta una hora o más antes de la comida. Además comenzar siempre la comida con un entrante que sea una sopa de verduras en invierno, o una gran ensalada con hojas verdes en clima cálido. Esto apacigua la fiera. Y que nuestra alimentación no abuse de los azucares, pastas, arroces, papas, grasas, lácteos, o cualquier otro producto que pueda incrementar las reservas o almacén de grasas rápidamente en el cuerpo. Hay que instruirse, leer, estudiar sobre los alimentos y saber cual tiene más calorías y cual no, y cual tiene más nutrientes y cual no. Se trata de nutrirse y no de llenar la panza. Por esto ayuda mucho tomar complejos vitamínicos.
¿Y PARA LOS GOLOSOS?
Para los golosos además de los líquidos, frutas y ensaladas, tengo un truco añadido. Esa costumbre calórica que tanto engorda de tomar postre hay que evitarla. Los dulces hay que dejarlos de lado si queremos adelgazar, y solo tomarlos en momentos excepcionales, o en el desayuno en vez de las tostadas. Pero hay algo que da muy buen resultado. Descubrí que una cucharada de miel en la boca, (o de dulce de leche, o de leche condensada), dejándola recorrer toda la cavidad bucal me calmaba esta ansiedad por un postre. Los postres no suelen ser tan dulces, por esto se come más cantidad para saciar este apetito de algo dulce. Pero al utilizar la miel, que además es saludable, me saciaba con muchísimas menos calorías.
¿Y SOBRE EL GASTO?
Ya hemos escrito sobre el EJERCICIO INTENSO en la mañana para activar el metabolismo que nos ayuda a tener un alto consumo de calorías durante todo el día. Y también sobre los BENEFICIOS DEL EJERCICIO AERÓBICO, para reducir medidas y aumentar el gasto energético además de tener un saludable sistema cardiovascular. Combinar los consejos del ayuno diario, con una ALIMENTACION SALUDABLE, y ejercicio diario es la mejor manera nos solo de perder peso, y tener una linda figura, sino también mantener un óptimo estado de salud. A que estáis esperando para comenzar, esta noche cuando os de hambre una tisana y para la cama, y desde mañana veréis los resultados. Doy fe de que funciona, pero me gustaría que volvieseis aquí a dar vuestro testimonio.
